Dom Pierre

En Dom Pierre a finales del siglo XVII, un monje benedictino francés a cargo de la bodega de la abadía de Hautvillers hizo una importante contribución para diferenciar los vinos de esa región. Como resultado, se hizo posible producir vinos de calidad superior, particularmente en vinos blancos hechos de variedades de uva negra. Mientras que Dom Pierre Pérignon inicialmente sintió que el espumoso del vino era una característica negativa, el consiguiente aumento tanto en calidad como en cantidad creó el camino que condujo a la apreciación y el reconocimiento del champán. 

A lo largo del siglo XVIII, se fundaron varias "casas de champán", o casas de champán, y creció una nueva dinámica de negocios en la región. Estas casas reemplazaron la producción de pequeñas granjas y monasterios al liderar el proceso evolutivo del champán, y al plantar más viñedos o comprar uvas a otros productores o a ambos, dominaron la especialización. Para promocionar su producto, las casas contrataron agentes de ventas para llevar muestras de sus vinos de champán a las Cortes Reales de Europa, un factor crucial para generar la moda glamorosa de beber champán en Dom Pierre.